El perdón es un valor fundamental en la vida cristiana, y una de las mejores formas de enseñarlo a los niños es a través de la parábola del hijo pródigo (Lucas 15, 11-32). En esta historia, Jesús nos muestra el amor incondicional de Dios Padre, que siempre está dispuesto a perdonar y acoger.
Esta actividad la he realizado con niños de 4 años, donde hemos trabajado el concepto de perdón a través de la imagen del padre y su hijo en un abrazo de reconciliación.
Contamos o leemos la parábola resaltando cómo el padre recibe con amor y perdón a su hijo, sin reproches. Preguntamos a los niños y dialogamos sobre el perdón, si ellos han perdonado a alguien o han pedido perdón, como se han sentido.
Finalizamos realizando la ficha repasando el corazón con rotuladores de colores y coloreamos el dibujo del padre y el hijo.
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